Cuánto tiempo tarda su organización en convertir en dinero un pedido de un cliente? Aquí hay que tener en cuenta no sólo el tiempo que emplea su organización en tramitar un pedido, ordenar al almacén que realice la salida, entregarla al cliente y recibir el pago por la misma. Dentro de este concepto hay que tener en cuenta también el proceso productivo que hay detrás de todos los artículos; añada el tiempo de preparar el pedido al fabricante (aunque sea Usted mismo), el tiempo de reaprovisonar las materias primas, la producción, embalaje y entrega al almacén central, a partir del que se servirá la mercancía al cliente.

Con este concepto claro podemos concluir que mientras más tiempo dure todo el proceso, menos capacidad de cambios en la cadena de suministros va Usted a ser capaz de soportar. Además es claro que cuanto más larga sea la cadena de eventos que se desatan en su organización para servirle (y cobrarle) a un cliente lo que nos pide más ‘obscura’ se vuelve su organización.

Esa oscuridad no sólo afecta a sus relaciones con clientes que no sabrán qué está pasando con ‘su pedido’, sino que, y esto es mucho más importante, hace más difícil ligar las decisiones de compra y reaprovisionamiento de sus almacenes para acercarlas a las necesidades del mercado. De hecho algunos estudios sostienen que el stock de seguridad necesario para satisfacer la demanda varía en función de la raíz cuadrada de la longitud la cadena de suministros.

Desde este blog he hablado mucho sobre como las nuevas tecnologías y unos clientes más informados están tensando cada vez más las cadenas de suministro. Un mercado en recesión o incluso deflacionario como el de España en estos momentos no hace sino ahondar en este problema.

Recomiendo dividir los tiempos que ocupan los diferentes procesos de su cadena de servicio en dos tipos básicos: los que añaden valor, que son aquellos tiempos por los que el cliente está dispuesto a pagar (por ejemplo el proceso productivo es uno de estos). Coloque en el otro lado de la balanza, los tiempos consumidos por su organización y que no aportan beneficios al cliente (por ejemplo la realización de inventarios físicos es una actividad por la que hay que pagar pero que no aporta nada a nuestros clientes).

La informática en las empresas de hoy debe estar diseñada para reducir o incluso eliminar los tiempos consumidos por la cadena de suministros que no añaden valor al cliente. Se harán precisos cambios estructurales para adoptar metodologías que puedan optimizar nuestra respuesta al cliente. Observe que esta optimización puede llegar incluso a generar cambios en la logística del distribuidor de nuestro producto, lo que es beneficioso para todos, recuerde siempre que el objetivo es el cliente final.

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