El retail de calzado y textil está vuelto del revés por la crisis económica y social que ha causado a nivel mundial la pandemia. Ahora se buscan con intensidad fórmulas que permitan adaptarse a la realidad impuesta por el COVID-19 que garantice la continuidad de los negocios.

Hace meses hablábamos de una crisis de demanda. Hoy las cuarentenas han suprimido a los compradores de la ecuación que mantiene la economía en funcionamiento.

Las pérdidas de ventas han sido devastadoras. Tenemos miles de tiendas luchando por mantenerse a flote, con enormes cantidades de género en sus almacenes a los que hay que dar salida. Hemos pasado a una crisis de oferta.

El COVID-19 ha cambiado los patrones de compra y el comportamiento del consumidor para siempre. Con las tiendas cerradas, los consumidores no han tenido opción: han comprado online. Ahora muchos consumidores han pasado ha sentirse cómodos con las tiendas virtuales como su principal canal de compras.

Para sobrevivir a esta nueva realidad del mercado, las empresas minoristas tendrán que adoptar un enfoque que prime la tecnológica en todos los aspectos de sus operaciones comerciales.

El trabajo a distancia ha desencadenado un nuevo comportamiento de compra online.

Para frenar al virus, nuestro gobierno impuso el estado de alarma, confinando en sus casas a las personas y cerrando la economía.

Para muchas empresas el teletrabajo se ha convertido en la única opción viable para garantizar la continuidad de las actividades.

Esta situación ha cambiando la dinámica de trabajo, tanto personas como empresas están ahora más cómodas con el teletrabajo, esta tendencia es muy probable que continúe después de la crisis y se adopte de forma más generalizada, impulsando aún más el comportamiento de compra online.

Se requiere un enfoque de «primero digital» para ganar y retener clientes.

El cambio del modelo de venta al por menor a uno en el que se primen los aspectos digitales es algo sobre lo que el sector lleva tiempo debatiendo. La pandemia sólo ha acelerado las cosas.

Las marcas de calzado y textil estiman que al menos un 35% de sus ventas serán por facturación directa al consumidor durante el 2021.

El cambio tan rápido en los hábitos de consumo ha dejado a los minoristas sin margen de maniobra para adoptar un enfoque digital de sus negocios.

Hoy es imprescindible que el minorista centre sus esfuerzos en una estrategia de venta al menor omnicanal, con una intensa colaboración con las marcas.

Ahora que las tiendas comienzan a reabrir, la entrega al cliente de compras online y la logística inversa, se convertirán en elementos que ayudarán a la tienda física a mejorar la experiencia del cliente, y a conformar un punto sólido sobre el que las marcas puedan basar sus relaciones con el consumidor final.

La gestión integrada de inventarios debe convertirse en una capacidad básica para seguir siendo rentable.

Los clientes ya no usan un solo canal para comprar. Esperan una experiencia integrada a través de dispositivos y canales, que muchos minoristas encuentran difícil de mantener. De ahí que las marcas estén adoptando ese papel unificador.

En las últimas encuestas de Forrester Research se afirma que el 31% de los adultos prefieren la opción de compra online, con entrega en su domicilio, para evitar un viaje inútil a la tienda.

Se trata de un porcentaje significativo, y más si lo comparamos con el 15% que tenía esta categoría en el mes de Diciembre de 2019.

Para seguir siendo rentables, los minoristas deben ahora asegurarse de que pueden integrarse en las estrategias omnicanal de las marcas con un sistema de gestión de inventario centralizado que puedan compartir con la marca.

Un enfoque omnicanal integrado asegura a la marca una experiencia unificada para los clientes, pero también permite reaprovisionar el inventario rápidamente, mantiene un control sobre precios y sobre la rentabilidad de cada producto.

Nuevos clientes descubren la compra online.

Los consumidores que antes eran escépticos con el comercio electrónico ahora se sienten cómodos con él y lo encuentran conveniente.

Pasarelas de pago seguras, disponibilidad de más opciones de precios y un mayor surtido de productos, devoluciones fáciles y entregas rápidas, son algunas de las muchas razones por las que los clientes están obligados a seguir usando este canal incluso después de la crisis.

Como ya estamos viendo, las personas van a ser más precavidas, evitando los lugares públicos y las tiendas abarrotadas mucho tiempo después de que la crisis termine, asegurando la continuidad de las compras online.

Es hora de que los minoristas aprovechen los datos de ventas de las tiendas virtuales de las marcas y mejoren la comercialización en la tienda. No debemos olvidar que el escaparate es la página de inicio de un minorista, ¡ que ha cobrado vida !

Con un aumento de más del 50% en el tiempo de pantalla durante la cuarentena y un incremento del 49% en las ventas online en abril, las marcas han adquirido cantidades significativas de datos que pueden ser utilizados para aumentar las ventas en las tiendas físicas y para mejorar las experiencias de compra.

Las marcas con tiendas físicas puede usar estos datos para aumentar las conversiones en las tiendas. El análisis y el uso de los datos de los canales virtuales puede ayudar al minorista a recuperarse con más fuerza.

A medida que las tiendas vuelven a abrir con capacidades limitadas y líneas socialmente distantes, los minoristas deben captar a todos los clientes que puedan cuando los compradores entran en sus puertas. Son los datos compartidos por las marcas los que harán factible la recuperación de las ventas.

Tendiendo puentes.

Cuando los comerciantes visuales trazan el mapa de la colocación del producto, normalmente lo hacen por intuición o en el mejor de los casos siguiendo un planograma. Los planogramas y la colocación estratégica de productos funcionar mucho mejor si incorporaran datos provenientes del comercio electrónico.

Si el objetivo final de una tienda es vender productos: mejorar el posicionamiento de los mismos, basándose en parte en lo que los clientes online están comprando (o no comprando) es una medida acertada. Y otra ventaja: elimina la opinión o la corazonada. Un recordatorio saludable de que los datos deben determinar las decisiones.

La página de inicio del sitio web de una marca, las páginas de categorías e incluso en las cuentas de redes sociales son los escaparates de una tienda virtual. Ahí es donde los minoristas obtienen una visión rica y en tiempo real de las imágenes y productos que más aceptación tienen entre los clientes de una marca.

Cuando los minoristas ven sus tiendas de esta manera, es más fácil para ellos ver el beneficio de ajustar las estrategias de comercialización visual en la tienda. Incluso los diseños de las tiendas pueden ser mejorados para un mejor flujo basado en la forma en que compran los clientes en la web.

¿Tienes la mercancía, y qué hay de los datos?

Una de las razones por las que algunas grandes marcas del sector del calzado y del textil español han sufrido en los últimos años es por la desconexión entre los equipos de la tienda, la cadena de suministro y el comercio electrónico. Es fácil ver cómo: si los clientes de una zona geográfica están comprando online determinada parte de la colección, traslade esa información a los minoristas de la zona para que abastezcan sus tiendas con el producto que está siendo demandado.

El intercambio de datos debe ir en ambos sentidos! Por ejemplo: las tendencias de las ventas en las tiendas de las distintas regiones podrían hacer que el equipo de venta online personalice la comercialización en la web basándose en esos datos regionales. Presentando al cliente recomendaciones mucho más acertadas.

Las empresas que inviertan tiempo en la unión de los datos retail/web y en su uso a través de canales y equipos cruzados ganarán en la caja digital y física.

Un pedido realizado en la web con recogida en tienda o BOPIS por su acrónimo en ingles: Buy Online, Pick In Store, es una oportunidad para que los vendedores de nuestras tiendas personalicen la experiencia de compra del cliente. Utilizando el pedido del cliente, los artículos que ha marcado que le gustan, las listas de artículos que comprará más adelante, etc. podemos estar muy bien preparados para hacer recomendaciones a medida del cliente, cuando este llegue a la tienda a recoger su pedido.

El historial de compras del cliente debe servirle a nuestros vendedores para destacarle al cliente nuevas lineas de productos en los que puede estar interesado, acompañándolo a descubrirlos en la tienda.

El ROPIS (Reserve Online, Pick In Store) es otra opción que los minoristas deberían aprovechar para aumentar las ventas y fomentar la lealtad de los clientes. En lugar de que los clientes paguen por el artículo en la web, antes de recogerlo en la tienda, ROPIS permite a los compradores reservar primero el artículo, para verlo o probárselo en persona antes de decidir su compra. Los artículos se ponen en espera, listos para cuando el cliente entre a la tienda para echar un vistazo, sin tener que buscar en las baldas o percheros. Esto no sólo elimina la posible fricción al evitar un largo proceso de compra, sino que también evita devoluciones innecesarias, desperdiciando tiempo y dinero valiosos.

Los consumidores hace bastante que están comprando en la web varias tallas y colores de un determinado modelo para elegir el que más les gusta desde la comodidad de su hogar. Pero esto lleva aparejado un incremento importante de las devoluciones que son costosas de tratar, ya que hay que devolver el producto a su estado original, antes de poder enviárselo a otro cliente.

En este punto entra en juego el BORIS (Buy Online, Return In Store), la devolución de productos comprados en la tienda virtual que son devueltos en las tiendas físicas crean un punto de contacto adicional con el comprador, una oportunidad de facilitar un cambio o una nueva venta. La devolución online es siempre un punto final en la transacción, mientras que la devolución en tienda es sólo un punto y seguido.

En el mundo post COVID-19 dar a los clientes una ventana de devolución en tienda más amplia que la ofrecida para la devolución online le da al cliente una razón para ir a la tienda, y lo que es más importante, permite a los minoristas conectar de nuevo con los clientes. BORIS no sólo aporta opciones de venta, sino que además ofrece la oportunidad de reconstruir la relación con el cliente.

A medida que los minoristas trabajan para reconectarse con los consumidores, el camino a seguir presenta un viaje en el que los sistemas BOPIS, ROPIS y BORIS serán elementos fundamentales para los minoristas. Sin embargo, estas fórmulas de operación requerirán una capa adicional de sofisticación, una que le dé al consumidor la seguridad de que el minorista entiende realmente sus necesidades y deseos, además de proporcionar una vía de crecimiento para el minorista.